5 mitos que debes conocer sobre la hipertensión

Introducción 

La hipertensión, o presión arterial alta, afecta al menos a uno de cada tres adultos en América del Norte y muchos otros países desarrollados. Aún más alarmante, está afligiendo a un número cada vez mayor de jóvenes, algunos de tan solo 12 años. Por lo tanto, no es sorprendente que los medicamentos para la hipertensión se encuentren entre los 10 medicamentos recetados con mayor frecuencia.

Con un tema de tanta importancia, es fundamental tener los hechos correctos y mantener las cosas en perspectiva. Desafortunadamente, se han desarrollado varios mitos en torno a la hipertensión. Aquí hay cinco de los conceptos erróneos más comunes y potencialmente dañinos:

Mito 1: La presión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral.

No necesariamente. No existe una conexión directa entre la presión arterial alta y los problemas cardíacos. En un artículo reciente para Virginia Hopkins Health Watch , John R. Lee, MD escribe: «los problemas cardíacos (debido a la presión arterial alta) no están correlacionados con ninguna lectura de presión arterial específica o absoluta; están correlacionados con un aumento observado en la sangre presión de cualquiera que fuera la presión arterial anterior «. 

En otras palabras, si su presión arterial está normalmente alrededor de 120/80 y aumenta a 140/90, su riesgo de problemas cardíacos es aproximadamente el mismo que el de alguien cuya presión arterial aumenta de 140/90 a 160/90. También significa que si su presión arterial es una constante 160/90 y no muestra signos de aumento, es no un signo de la inminencia de las enfermedades del corazón y sin otros factores de riesgo implicados.

Mito 2: La presión arterial «normal» y saludable está en el rango de 120/70. La presión por encima de 130/80 es presión arterial alta o «prehipertensión».

¿Que es normal? Durante mucho tiempo, el estándar médico para la presión arterial alta se consideró 140/90 y esto fue moderado aún más por la edad. Pero de repente se cambió el estándar. Ahora algunos médicos llaman incluso 130/80 «presión arterial alta» y muchos otros la consideran «prehipertensión». ¡Incluso se están preparando nuevos medicamentos para tratar la «prehipertensión»!

El hecho es que la presión arterial varía mucho entre las personas sanas y, por lo general, aumenta con la edad. Muchas cosas pueden aumentar la presión arterial, incluidos los medicamentos de venta libre y recetados, el estrés y el exceso de alcohol.

Añádase a esto el hecho de que la presión arterial varía, a veces de manera significativa, en diferentes momentos del día. Luego está el notorio síndrome de la bata blanca por el cual el estrés de la visita al médico se manifiesta como presión arterial alta, mientras que las lecturas tomadas en casa pueden ser «normales».

Todos estos ejemplos demuestran que solo obtener una lectura precisa puede ser bastante difícil, y mucho menos establecer niveles normales y anormales para una amplia gama de personas diferentes.

Mito 3. Si es hipertenso, debe restringir o eliminar severamente la sal (o el sodio) de su dieta.

No es verdad. Se culpa injustamente a la sal de causar presión arterial alta. La sal o el sodio no son los culpables. Es un desequilibrio de sodio, magnesio y potasio en nuestra dieta lo que desequilibra nuestra química sanguínea y, por lo tanto, contribuye a la hipertensión.

El problema es que muchos alimentos procesados y chatarra son ricos en sal pero deficientes en magnesio y potasio. Esto se agrava cuando agrega sal de mesa a su tocino ya salado en el desayuno.

Pero la respuesta no es volverse paranoico con la sal, sino comer alimentos integrales y naturales (¡e incluso puede tomar eso con un grano de sal!). Los cereales, verduras, frutas, carnes y pescados en su estado natural contienen cantidades más equilibradas de sodio, magnesio y potasio. El simple hecho de comer una dieta saludable de alimentos integrales puede tener un efecto dramático sobre la presión arterial. La hipertensión es casi desconocida entre las pocas personas que quedan que todavía comen de esta manera.

Mito 4. Tomar medicamentos para la presión arterial es mejor que la alternativa.

¡Solo en una minoría de casos y como último recurso!

No es de extrañar que escuches a los gurús de la salud natural afirmar que las drogas son peores que la enfermedad. ¡Pero realmente te das cuenta cuando es un médico quien lo dice! Ese es exactamente el caso cuando el Dr. Lee escribe en el mismo artículo citado anteriormente: » No me gustan los medicamentos antihipertensivos porque sus efectos secundarios a menudo son peores que la presión arterial alta para la que se recetan «. ( su atrevimiento) Continúa diciendo: «Los médicos convencionales tienden a recetar medicamentos antihipertensivos cada vez que las lecturas de la presión arterial caen fuera de los llamados rangos normales. Esto no está justificado y probablemente hace más daño que bien a largo plazo». 

Todas las categorías de medicamentos para la presión arterial tienen efectos secundarios y los médicos y la industria farmacéutica los han minimizado. Por ejemplo, algunos medicamentos para la hipertensión pueden contribuir a la isquemia en la que los tejidos se dañan debido a un suministro de sangre insuficiente. Otros provocan disfunción eréctil. Otros más pueden resultar en presión arterial baja, lo que tiene implicaciones tan graves como la presión arterial alta. Estos son solo algunos de los peligros potenciales de los medicamentos para la presión arterial. 

Mito 5. Los cambios en el estilo de vida no suelen ser suficientes para revertir la presión arterial alta. Por lo tanto, es aconsejable una pronta intervención farmacológica.

Exactamente lo contrario es cierto. La mejor manera de mantener una presión arterial saludable es siempre mediante el estilo de vida, incluida la dieta y el ejercicio. Si tiene un sobrepeso grave o está fuera de forma, si fuma o bebe en exceso, o si está bajo un estrés severo, un cambio positivo en estos factores seguramente tendrá un efecto dramático en su presión arterial, independientemente de lo alta que sea. 

El problema es que muchos médicos han llegado a creer que es poco probable que sus pacientes realicen los cambios necesarios. Esta es una de las razones por las que prescriben medicamentos en exceso o intervienen demasiado rápido. Casi se ha convertido en una medida preventiva para ellos. Pero el hecho es que la mayoría de las personas se esforzarán por mejorar su estilo de vida si se les brinda el apoyo adecuado (¡y especialmente si se les brinda información precisa sobre los efectos secundarios y los peligros de los medicamentos para la hipertensión!).

En el raro caso de que su presión arterial no responda a las mejoras en el estilo de vida, es hora de mirar más allá de los sospechosos habituales, como el peso y la dieta. Hay varias otras áreas que rara vez se examinan, pero que pueden afectar su presión arterial. Por ejemplo, ¿sufre de estrés oculto? Algunas personas han estado estresadas crónicamente durante tanto tiempo que ya ni siquiera lo reconocen. Se ha convertido en su estado «natural».

¿Y tu respiración? ¡Sí, tu respiración! A menudo, junto con un alto estrés, las personas desarrollan lo que algunos expertos llaman «respiración inhibitoria». Contrae los vasos sanguíneos al aumentar la tensión muscular y también puede desequilibrar la química sanguínea. Una nueva técnica llamada respiración lenta con música puede hacer maravillas para reducir la presión arterial a través de la respiración .

Simplemente demuestra que hay más en el estilo de vida de lo que piensas. Si está frustrado porque sus cambios no marcan la diferencia, es posible que deba profundizar más.

Conclusiones:

1. La presión arterial alta es una afección grave

 que requiere atención, pero no hay necesidad de entrar en pánico, especialmente si está saludable. Un aumento significativo y sostenido de la presión arterial es mucho más preocupante que las cifras reales en sí mismas.

2. Existe un amplio rango de presión arterial saludable.

 Tenga cuidado con el síndrome de la bata blanca y determine su presión arterial normal en un estado relajado. Entonces tenga cuidado con los aumentos sostenidos desde este nivel.

3. No se trata de sal. 

¡No hay alimentos «malvados» o «milagrosos»! Consuma una dieta equilibrada y variada de alimentos integrales y naturales. Un modesto suplemento de magnesio de 300 a 400 mg tampoco puede ser una mala idea.

4. Si está sano y no tiene otros factores de riesgo

tome los medicamentos solo como último recurso. Dale al estilo de vida al menos una oportunidad de seis meses. No ignore los consejos médicos, pero si su médico es demasiado rígido, busque una segunda opinión.

5. La presión arterial saludable se mantiene a través del estilo de vida. 

Si su presión arterial es un problema, es casi seguro que algo esté fuera de control. Mire más a fondo si no encuentra una respuesta obvia.

La guía completa sobre las causas de la hipertensión y cómo tratarla