Te enseñamos cuáles son los causantes de peligro que predisponen a la aparición de hemorroides, las superiores maneras de calmar las afecciones que causan, y resolvemos las inquietudes más recurrentes sobre esta fastidiosa dolencia.

Los indicios que refiera el tolerante van a asistir claramente a detectar el diagnóstico de las hemorroides. La existencia de mal, sangrado y picor forman el trastorno hemorroidal que dirige al médico hacia la navegación y técnicas endoscópicas.

La navegación visual y manual del médico establecerá la existencia de hemorroides y de qué tipo son. Se visualizarán a fácil vista las ajenas o las internas prolapsadas y se va a poder categorizar de acuerdo con la oportunidad de reintroducción que muestren. La existencia de un bulto morado y increíblemente lamentable va a ser muy sugerente de una trombosis.

En casos en los que no se visualizan y la sospecha sea de hemorroides internas, se puede aconsejar la ejecución de una rectoscopia, que es un trámite endoscopico solamente del canal anal y del recto. Esto se va a realizar bajo sedación para evadir afecciones y dejará la monitorización de las mismas y sus probables adversidades.

En esas personas en las que el síntoma exclusivo de almorranas sea el sangrado al defecar, se puede plantear la duda, más allá de la existencia de hemorroides, con otros diagnósticos de más grande envergadura, por lo cual se puede seguir a una colonoscopia completa con el objetivo de descartar tumores, divertículos o pólipos como causa de ese sangrado.

Tratamiento de las hemorroides

Estas son algunas pautas recurrentes en el régimen de las hemorroides con las que puedes calmar sus molestos síntomas:

• Tomar baños de taburete con agua tibia-fresca (3-4 al día) a lo largo de 10-15 minutos.
• Aplicar criocompresas o hielo en la región afectada, para calmar los indicios como el mal, el picor y la hinchazón.
• Crema antihemorroidal, que trabaja como analgésico local y optimización los indicios de manera instantánea. Con estas pomadas hasta el 80% de las hemorroides no complejas tienen la posibilidad de llegar a hacer mejor asociado al resto de medidas descritas.
• Analgésicos por vía oral para remover el mal.
• Se tienen la posibilidad de usar remedios caseros, mejorando una infusión con plantas, como la manzanillas, la bardana, la caléndula y el castaño de Indias, que benefician la circulación venosa, y tomar los baños de taburete con este listo.
• Usar toallitas higiénicas para hemorroides en lugar de papel higiénico, que hidratan, alivian los picores, y previenen probables infecciones en la región.

Tratamiento para hemorroides sangrientas

Si hablamos de hemorroides internas sangrantes, o muy irritantes (picor o mal destacables y continuados, secreción mucosa abundante), se tienen la posibilidad de usar algunos procedimientos para eliminarlas, como:

• Colocar unas bandas elásticas en la base de la hemorroide, estrangulándola hasta que se cae sola al cabo de unos días. Al inicio, el tolerante puede sentir afecciones y tener alguna pérdida suave de sangre.

• La coagulación, con láser o luz infrarroja, que aplica calor sobre el tejido afectado con el fin de coagular las venas sobre la hemorroide, que se encoge y desaparece. La electrocoagulación además pausa el suministro de sangre a la hemorroide. Esta habilidad ocasiona afecciones y hemorragia a lo largo de algunos días.
• La crioterapia. Se usa nitrógeno líquido para congelar la hemorroide y destruirla. El problema es que frecuenta producirse hinchazón del ano y la cicatrización es lenta.
• Las inyecciones esclerosantes. Se inyectan sustancias en las hemorroides, que causan su cicatrización, disminuyendo los indicios.

Cirugía para tratar las hemorroides

La hemorroidectomía (eliminación quirúrgica de las hemorroides) se utiliza por lo general para las hemorroides internas considerables, irritantes, y que no han respondido a otros tratamientos. Está considerada como el procedimiento más eficiente para tratar las hemorroides internas aunque, como toda cirugía, implica peligros e problemas. Un peligro derivado de una participación quirúrgica hemorroidal es la formación de coágulos en las piernas. Estos coágulos tienen la posibilidad de producirse días luego de la participación y causan inflamación y mal agudos.

Otro peligro concreto de la operación de hemorroides, aunque poco recurrente (<1%), es la estenosis anal, que radica en un estrechamiento del ano y afectación del control de los intestinos que hace difícil la retirada. En la mayor parte de las situaciones, no obstante, el tolerante es levantado poco luego de la cirugía y dado de alta en las 24 horas siguientes. A lo largo de los primeros días es recurrente que se presente mal y un rápido sangrado. Si el sangrado es profundo, debe acudirse en el instante al médico.

Otra técnica usada para operar hemorroides es la anopexia mucosa circular (AMC), que usa una grapadora circular para evitar el fluído de sangre y achicar el prolapso mucoso anal. Esta habilidad fue ideada por el cirujano italiano Antonio Longo y decrece el mal postoperatorio tan inquietante por los pacientes, más allá de que se precisan estudios que argumenten su efectividad a la larga.