Todo lo que necesita saber sobre la glándula tiroides

Que es la Glándula tiroides

Lo primero que me viene a la mente es: ¿qué es la glándula tiroides y para qué la necesitamos? Bueno, la tiroides es parte de las glándulas endocrinas y su propósito es producir hormonas, hormonas tiroideas. Son de vital importancia para el cuerpo porque a través de su ayuda, las funciones de nuestro cuerpo se mantienen normales. Estas hormonas tienen que actuar para regular la forma en que el cuerpo de una persona realiza las funciones importantes.

Está situado en la parte inferior del cuello y, en condiciones normales, esta glándula no se puede palpar. Consta de dos lóbulos, uno izquierdo y otro derecho, unidos por el istmo. Otras glándulas endocrinas son la pituitaria, la paratiroides, el páncreas, los ovarios y las glándulas suprarrenales.

Como he dicho antes, una glándula tiroides normal no se puede ver ni palpar. Entonces, si en un momento, una persona puede sentir un bulto en el cuello, eso debería ser un signo de problemas de tiroides. Los bultos deben ser evaluados inmediatamente por un médico, ya que pueden ser cancerosos. Algunos de ellos están creciendo rápidamente, otros se desarrollan de manera más lenta.

Las personas que recibieron algún tipo de radioterapia en la zona del cuello están más expuestas a la amenaza del cáncer de tiroides, pero no todas las enfermedades de la tiroides pueden detectarse a través del agrandamiento de esta glándula. Los problemas más comunes podrían ser la producción de más hormonas de las necesarias, o incluso menos. En estos casos, podría existir un agrandamiento de la glándula, pero no en todos los casos.

Como detectar un problema de tiroides

Para detectar un problema de tiroides, como una función anormal de la glándula o una masa, se debe consultar a un médico. En estos casos, se pregunta a los pacientes sobre su historial médico y también se les realiza un examen físico. Lo primero que hace un médico es examinar la glándula tiroides, pidiéndole que levante la barbilla e incluso trague durante el examen. Esta es solo una prueba preliminar. Pronto vienen otros, como: un examen de ultrasonido del cuello, un escáner radioactivo de la tiroides, análisis de sangre, biopsias y radiografías u otras exploraciones como la resonancia magnética.

Uno de los procedimientos enumerados anteriormente es la biopsia, en términos médicos, aspiración con aguja fina. Para obtener resultados más concluyentes, los médicos insertan una aguja en el bulto para tomar muestras de tejido. Puede ser necesaria más de una intervención de este asunto, pero el procedimiento es casi sin dolor y no hay complicaciones. Esta prueba indica si el bulto es canceroso o no.

También hay diferentes formas de tratar los problemas de la glándula tiroides, según el problema. Hablaremos de ellos en el seguimiento de este artículo.

Por diferentes que sean los problemas de tiroides, existe un tratamiento para cada uno de ellos. Algunos son más complicados, otros son muy simples.

Por ejemplo, si la glándula tiroides produce una cantidad de hormonas mucho mayor de lo necesario, los médicos pueden optar por extirpar la glándula. Por el contrario, si la tiroides produce menos hormonas, se administran píldoras de hormonas al paciente para equilibrar la producción hormonal. Esta píldora debe tomarse una vez al día.

Si los problemas de tiroides que se pueden experimentar son bultos o bocios, el tratamiento se establece después de una investigación exhaustiva. Los bultos tiroideos pueden ser malignos o benignos. Afortunadamente, la mayoría de estos bultos son benignos. Pero también deben ser tratados. Lo mejor es probar primero un tratamiento a través de hormonas. El efecto es el encogimiento del bulto y suele tardar de tres a seis meses. También se da el caso de que esta masa no encoja, incluso si se trata con estos medicamentos. Luego, el procedimiento consiste en eliminar el bulto por completo.

Como he dicho antes, la mayoría de ellos son benignos. Pero si fuera el caso de que el bulto resulte maligno, son necesarios otros tratamientos. En primer lugar, se recomienda realizar una aspiración con aguja fina para determinar el estado del bulto. Si resulta ser canceroso, entonces la cirugía es absolutamente necesaria.

Cirugía en casos de tiroides

La cirugía es imprescindible en los casos de cáncer de tiroides, porque se debe extirpar una parte de la tiroides o incluso toda la glándula. Antes de someterse a la cirugía, el médico le dirá cuáles son sus opciones. No siempre los cirujanos saben si van a extirpar toda la glándula o solo partes de ella. Este hecho se suele comentar en el quirófano, mientras se realiza la operación. Los médicos, después de extirpar un lóbulo de la tiroides, hacen una lectura microscópica para determinar si también se debe extirpar la otra parte de la glándula. Esta prueba se llama sección congelada. Esta prueba se realiza siempre porque los médicos deben estar seguros de qué hacer a continuación.

Después de que tuvo lugar la operación, se insertará un tubo en la herida. Este drenaje tiene la función de evitar que se acumule líquido en la herida. Ese tubo se retira cuando las posibilidades de que se forme líquido son mínimas. La hospitalización no lleva mucho tiempo, se sabe que los pacientes salen del hospital tan pronto como tres días después de la cirugía. Las complicaciones posquirúrgicas son casi nulas, pero si es que existen, no son de gran importancia. Poco sangrado, pequeños problemas para tragar, entumecimiento del cuello.

Si se realiza una cirugía de tiroides a un paciente, es posible que esa persona deba tomar medicamentos para reemplazar las hormonas tiroideas. Debido a que existe el riesgo de niveles bajos de calcio en la sangre, es posible que algunas personas también tengan que tomar calcio. Este hecho depende de la cantidad de glándula tiroides que se extraiga.